Cuál fue mi sorpresa al encotrarme con un articulo del New York Times titulado Children’s Books You (Might) Hate. Pero no fue el título lo que me sorprendió, sino hallar que uno de mis libros infantiles se encontraba en la lista. El título del libro se llama The Rainbow Fish. Es necesario que primero aclare que yo asistía a una escuela bilingüe. La mitad de mis materias eran completamente en inglés, y manejábamos muchos libros de The American Book. Eran hermosos, los amaba con todo mi corazón, y hasta la fecha me da bastante recelo haberlos donado. Existía un mugroso programa en el que tú regalabas tu libro a otro niño. Lo nombro "mugroso" porque a pesar de lo filantrópico del programa, quedé con el sólo recuerdo de esos libros. La pasta era muy dura y pesada, incluso muchos padres se quejaban de que los niños pequeños tuvieramos que cargarlos en nuestras mochilas; pero yo sólo recuerdo que en mis ratos libres hojeaba todas las ilustraciones, imaginaba lo que decían y el olor de sus hojas era delicioso. Cuando leí que The Rainbow Fish estaba entre los libros, recordé que a mí de pequeña tampoco me gustó la historia. Trata acerca de un hermoso pez de colores que regala una escama a cada ser marítimo que es infeliz con su fealdad. Al final el feo del mar termina siendo justo el propio pez, y después no recuerdo que sucede (lapsus). La verdad es que esto que escribo es con el mero propósito de catarsis, pues me cuesta ahora mismo llegar a una conclusión acerca de lo que pienso o siento al respecto del libro. Lo cierto es que siendo niña, las vacaciones siguientes fui de pesca con mi familia. Los peces que había por aquella zona irónicamente se llamaban 'peces arcoiris' y déjenme decirles que no se parecían en nada a The Rainbow Fish.
