JOURNAL PERSONAL Y SIN AMBICIÓN PÚBLICA

JOURNAL PERSONAL Y SIN AMBICIÓN PÚBLICA

One Apple a Day...


Es imposible para mí hablar de Steve Jobs sin hablar de mi hermano. La realidad es que nuestra primera computadora en la familia fue una Mac LCII de 1991. La primera a color, por eso el logo de la manzanita tenía el arcoiris. Ahí quedaron grabadas mis risas de bebé por primera vez. Fue idea de mi hermano mayor, motivado por un apasionado inventor que por entonces se había separado del hit-ochentero-yuppie: Bill Gates. Para mi papá fue un verdadero sacrificio, ya que tuvo que sacarla a crédito y pagarla durante mucho tiempo.

Tiempo después, cambiamos a una laptop Mac de cuyo modelo no tengo memoria aún. Lo que sí recuerdo es que mi primer computadora fue a los 14 años, y fue una hermosa iMac modelo Grapefruit. La amaba con todo mi corazón. Para todos era extraño que mi familia tuviera siempre computadoras marca Apple, pues no solían ser compatibles con varios archivos e instrumentos. Fue hasta principios de universidad que cedí ante la presión y tuve mi primera PC Compaq. Una verdadera basura, pero eso sí, tres veces más barata que una iBook. El cambio no evito el acercamiento a otros gadgets de la familia Mac.

Todavía recuerdo la película biográfica protagonizada por Noah Wyle. Me siento muy orgullosa de haber pertenecido a una generación que tuvo a Steve Jobs. Mi hermano no se equivocó al siempre elegirlo a él. Por eso lo considero parte fundamental de nuestra vida como familia. Mi otra hermana un día llevó para mi hermano, una antigua Apple II que ya no funcionaba. Decidimos guardarla en la casa y hacer nuestro propio museo. Diez años después no nos arrepentimos.

Les dejo un discurso de Steve Jobs que mi hermano siempre me recomedó y le sirvió de motivación en su vida. Es cuando Jobs habló para los graduados de la universidad de Stanford, estudios que nunca terminó. "Stay hungry. Stay foolish". Fue un grande.

Steve Jobs
(1955-2011)